5 . LA MAYÉUTICA Y LA REVOLUCIÓN EDUCACIONAL
Todo niño atesora en la entraña más íntima de su prodigioso ser los gérmenes del bien y de la sabiduría que, para desarrollarse y salir a la luz , sólo requieren de tiempo y de la ayuda benigna y cuidadosa de las energías del entorno naturosocial. Para optimizar esta ayuda es que las sociedades y los estados han instituido especialmente los sistemas educacionales. Sin embargo, si éstos, ignorando el indispensable y trascendente rol de la Mayéutica , sólo se valen de la solemnidad pedagógica o del artificio didáctico, entonces la formación y el establecimiento de la bondad y de la verdad en el hombre seguirán siendo traumáticos, limitados, deficitarios o nulos. Sin mayéutica no hay ni mística ni apostolado docente y sin éstos la educación verdadera no existe, pues sólo el mayeuta es capaz de exducir la potencial humanidad del hombre que es lo único capaz de hacerle digno. El mayeuta para ser tal necesita de la